viernes, 5 de junio de 2015

JUVENTUD, DIVINO TESORO.

Agnes y Ágatha son dos chicas del montón. Amigas desde que decidieron apuntarse a una clase de encaje de bolillos en el centro cívico de su barrio, se han vuelto inseparables. Comparten una taza de té con pastas todos los días a la cinco. ¿En tu casa o en la mía?, se preguntan por las mañanas cuando se llaman para ver si Dios quiso.